martes, octubre 25, 2005
lunes, octubre 24, 2005
Wrote XV - XVII
XV
se puede poner..... que desde la cima de aquella montaña perdida en la que me olvido de mis oscuros deseos he visto tu ausente caminar, que no podrás evitar que te mire en silencio y te rodee con mis alas de papel transparente, de las que no podrás huir, que seré la gaviota que vuela sobre las agitadas aguas del mar en busca de su presa y tu serás la sardina ingenua que alimente mis sueños tornasolados, que te sujetaré entre mis labios suavemente y acariciaré tu piel de plata con mis imaginadas manos de algodón y juntos volaremos sobre un mundo irreal y mágico, donde todo es azul y verde, que te guardaré en una cajita dorada para mirarte en mis días neutros y así podré devorar tu mente para que seas mío para siempre.
***
XVI
Te esperaba.
Llegas a mí en la hora vespertina, cuando sueño con
imposibles y venganzas.
Siento tu suave caminar tras la hiedra
que trepa por el muro
de mi corazón y sujeto tu mano que tranquiliza mi ira.
Pasó ya la inocente primavera y el fogoso verano,
y ahora, instalada en el otoño de mi vida,
veo con tristeza que cada vez son más cortas las estaciones.
Estoy preparada para recibir el invierno que se acerca
y que será el más frío, el más solitario,
el último invierno.
Hasta que llegue, te mantendré a mi lado y las algas
anudaran tus pies junto a los míos, pero cubriré tus ojos
para que no veas el hielo en mi rostro y así me recordarás
como cuando era tan sólo un pensamiento.
***
XVII
Miro a través de las lágrimas de mi mar y te imagino ahí,
siempre a mi lado.
La sal ha marcado mis mejillas, pálidas y cansadas de
esperar amaneceres en los que te soñaba junto a mi
saboreando la dulzura del chocolate amargo, y ahora sólo
saboreo la amargura de la soledad porque la brisa del mar no
me ha traído tu aroma ni el sonido de tu voz.
No quiero volver a llorar, no.
Quiero soñar que sueño y que tras el otoño
llegará el verano y después la primavera,
que nunca habrá frío ni hielo,
y volveré a ser la imagen que recuerdas.
*** © Mar
Wrote XI - XIV
Wrote VI - X
VI
Des - olada...
Sí, sí que hay olas en mi mar,
olas tristes,
olas blancas,
olas de espuma de mar,
olas que vienen y van,
Estoy en medio del mar, a la deriva, sin rumbo,
esperando un soplo de aire que empuje mi barca
y me lleve a buen puerto.
***
VII
¿Has encontrado ese trocito de mi sueño imaginado?
Deja, no te agaches yo te lo enviaré y alégrate porque nadie en este mundo ha conseguido verlo, nadie se ha mirado en mis ojos para encontrar su verdad en ellos.
***
VIII
se puede poner.... que no es necesario cubrirse para acercarse a la presa elegida, que el contraluz de un atardecer lánguido deja ver la línea que divide su mundo y revela sus más íntimas pasiones, sus deseos ocultos, su misterio inconfundible, que la seda resbala suavemente por su piel y no puede ocultar sus marcas, que delatan la fragilidad de sus sentimientos, que en la soledad de una noche sin besos esperamos con dolor que el veneno sea solo un alucinógeno y al alba, yaceremos enlazados cubiertos tan solo por el sudor de nuestros cuerpos.
***
IX
se puede poner que acudiré con mis pinturas de guerra y cubriré mi cara con polvos de arroz, que en mi inexpresivo rostro no advertirás el ataque y complaceré todos tus deseos, como la geisha sumisa que atiende al samurai, que, entre tanto, mi otro yo huirá y caminará de puntillas sobre las hojas de los nenúfares del estanque para encontrarse con tu otro yo, el que escondes, el que temes mostrar, que sobre una hoja espera la rana encantada y al posar mis labios en su boca sabré que te he encontrado, y nuestros otros yoes arrojarán al fondo del estanque todas las armas, que apasionadamente disfrutaremos esos minutos de sueños alados, hasta que tengamos que regresar a nuestros cuerpos que ejecutan ebrios una absurda danza guerrera.
***
X
yo también quiero pan con mantequilla y flores invisibles y aromas imaginarios y quiero bailar con el "izafaldas" y sentarme descalza en el alfeizar de la ventana para ver esas pirámides, y pasear por las nubes y correr por el maizal y encontrar el séptimo cielo azul y evocar caricias que revientan en el arco iris.
--
Las rosas han invadido el valle del M´Goun
***
© Mar
Wrote I - V
I
seamos camino
libre
limpio
amor lascivo
seamos camino
ñacurutú
ñorba
ñusta
volemos sin miedo
aire y luz
desesperadamente
***
II
¿qué se puede poner?
***
III
se puede poner que llegará el cálido verano y resurgirán otras sensaciones, que nuestros recuerdos brotarán de nuevo con la caricia del sol y no nos hará falta acechar bajo el abrigo para tocarlos, ni tan siquiera será necesario encender la luz
***
IV
se puede poner que la luz traspasará nuestra memoria amarilla y transformará los jirones del alma en dulce de guirlache, que las caricias del casero despiadado las envasaremos al vacío y las cambiaremos por caricias de un amante tierno como dulce de membrillo y habitaremos en una estrella azul donde no existe el dolor, donde la nieve es calor, donde la luna es roja y el sol violeta, y llegaremos más allá de nuestra propia imagen.
***
V
se puede poner que un día hablarán nuestros silencios y desgarrarán el cielo de quienes no los han escuchado, que las lágrimas de cristal sólo han servido paraque jueguen con ellas como si fuesen canicas de colores, que el mar repleto de ellas desatará su furia y de sus entrañas saldrán todas las lágrimas vertidas inútilmente, que mis ojos -ahora secos- reclaman la mirada del otro y al verse en ellos se romperá el espejo y le devolverán mil imágenes de horror que serán su eterno castigo, que sólo conservaré una esquirla de ese espejo roto en la que se puede ver la imagen que soñé y que tú no has descubierto, que engendraré millones de partículas de ese sueño imaginado para que no mueras sin vivirlo.
***
© Mar
viernes, octubre 21, 2005
TRANSPARENTE
TRANSPARENTE
En este amanecer violeta de un agotado verano
multiplico imágenes, sonidos y aromas,
recuerdos inagotables que, aparentemente,
se pierden en la memoria.
Recupero archivos olvidados para tenerlos cerca
cuando no estés.
Palabras, gestos inconfundibles y caricias imperceptibles,
tuyas, sólo tuyas... y mías.
Pero soy transparente.
Y no quiero que descubras las miradas, las lágrimas furtivas,
ni los colores opacos de un otoño, hace tiempo instalado.
Las huellas de mi rostro delatan la nostalgia de tu ausencia inminente.
Debes partir...
... aprender a descifrar otras señales,
ignorar que yo añoro tu presencia que para mí es
refugio y calma.
Debes partir...
... y compartimos los últimos momentos
con alegría, risas, curiosidad, incertidumbre,
incluso miedo... a lo desconocido.
¡Ay, si pudiera!
viajaría escondida en tu maleta
-botiquín de últimos auxilios-
Sin necesidad de palabras...
... sabes que voy contigo.
© Mar – Otoño 2001
lunes, octubre 17, 2005
A qué...
A qué salvaje estirpe perteneces,
que juegas entre oleajes dúctiles
y un cielo de tormenta.
A qué dioses invocas,
a qué múltiple deidad que te concede
el eco del lujo y esa tranquila voluptuosidad
que te hace cómplice potencial de un enjambre de colores.
A qué océano nocturno disfrazas
con olas plateadas,
brillos del astro de la noche.
A qué esperas para amarme,
si estoy entregada a ti
desde antes de que inventaran los años locos.
©Mar
De qué...
De qué aureola te vistes
para que te engasten en coronas imperiales.
De qué material opalescente y lunar
estás hecha, cuyo origen no se percibe.
De qué gama de rosas y malvas,
de flores y carnes tiernas y sensuales.
De qué cuadro antiguo provienes,
que apenas quedas velada en el recuerdo.
De qué complicidad te cubres.
De qué piel, que languidece si se la desestima.
De qué furtiva luz de alba.
De qué matiz de serenidad.
De qué, dime...
... de qué color es la ternura.
©Mar
viernes, octubre 14, 2005
Por qué...
Por qué cambiar las cosas o por qué no.
Por qué añorar tiempos pasados.
Por qué crecieron tan deprisa tus manitas.
Por qué se empeñan los charcos en vaciarse.
Por qué amanece tan tarde.
Por qué canta el cucú sin pájaros.
Por qué nunca te orientas
y no sabes si estoy
al sur o al norte de tu ombligo.
©Mar
Cuándo...
Cuándo evocar,
a mezzo-voce,
el privilegio de no compartir.
Cuándo interpretar,
como una diva,
el arte de dominar el tiempo.
Cuándo seducir
a los estetas
que juegan con los encantos de su perfección.
Cuándo hacer alarde
del virtuosismo
sin volverle la espalda al azar.
Cuándo dejarán de llorar los tamarindos
y brotarán entre el boscaje
las azules rosas de Siria.
©Mar
viernes, octubre 07, 2005
Cómo...
Cómo adivinar, a las puertas de Octubre,
si llegó puntualmente el equinoccio.
Cómo preguntarle al Sol si no se detuvo,
ni siquiera un instante, a su paso por el Ecuador.
Cómo estar segura de si, en tres días,
los días fueron exactamente iguales a las noches.
Cómo saber entonces, para poder huir,
si llegarás a tiempo
de llenarme los ojos de lluvias torrenciales
y el alma de hojas muertas.
©Mar
Quién...
Quién manipula
los días con la solemnidad
de las campanadas que llenan los salones.
Quién controla
el detalle incomparable
del nacimiento de una gota de rocío.
Quién provoca
la muerte del ocaso
y la estela de fuego sobre el agua.
Quién sacude
la mágica alfombra
esperando la música que anuncia el té con pastas.
Quién agita
la luna y comprueba
la pleamar de los sentidos.
Quién mueve
las burbujas
que me aprisionan en la arena.
Quién, dime,
quién mide el latido
de mi paso en el tiempo.
©Mar
jueves, octubre 06, 2005
Guardas silencio
Guardas silencio en esta luna de acuario
y lanzo un reclamo esperando una
respuesta cargada de desprecio.
Violenta.
Mientras espero enciendo un cigarrillo,
te intuyo a través de nieblas
y lloviznas.
Incólume.
Quizá no existes
y yo imagino alegorías
en torno a un amor extinto y cobarde.
Inánime.
Pienso que tal vez has olvidado,
o mejor, insistes en olvidar
y no arriesgas.
Pusilánime.
Cierro los ojos y te invento, naufrago errante,
nunca quisiste ser rescatado.
En tu desierta isla morirás.
Desierto.
Mar
A veces...
A veces pierdo en el parque la mirada
y mis ojos se vuelven estrellas errantes.
A veces, también en el parque,
hablo con mi perro.
Y no estoy loca.
Él sabe que algún día
serán realidad mis sueños.
Mientras, en mi balcón,
las jardineras bostezan vacías.
Mar
lunes, octubre 03, 2005
IV - Desarraigo
IV
Desarraigo
Hablas con la experiencia del agua
y de la tierra
y con el desarraigo del huido,
del sin techo que anhela el regreso
y no lo reconoce.
Hablas como si me conocieras
mejor que yo misma,
metáfora de mí,
y acomodas tus dudas en mi regazo
para que yo las acune.
Hablas como si, exiliado de mí,
habitaras mi desamueblado silencio
y quisieras burlarte del destino;
En un soplo de aire te desvaneces
como una débil mariposa.
En tu errático vuelo te pierdes de nuevo.
Escucha la palabra del amigo...
...yo sé que te amo.
Mar
III - Sueños
III
Sueños
Sueños de albores de primavera,
sugerentes,
evocadores,
sorprendentes.
Todo conmueve,
página,
lienzo,
pentagrama.
Has de hallar sin buscar,
silencio,
plasticidad,
ritmo.
La vida, toda, es melodrama
y sueños.
Mar