. La Bahía de Mar: marzo 2008

martes, marzo 04, 2008

COROLARIO

I

Expira el día.

Se encumbran las nieblas tristes

y sobre el verdor de los cerros

pestañea una tímida estrella, lentamente,

como el iris de una niña afligida.

II

El cosmos,

que se despoja de radiantes tinturas

alcanza la propiedad de un ópalo excelso

encarcelado en la sombra desde la escollera

hasta la arena de las playas desoladas.

III

La luna solloza;

proyecta al poniente sus lamentos desconsolados

y se oscurece hasta ser negra, entumecida

por el errático tránsito del sol ensimismado

en el jardín de las auríferas luciérnagas.

IV

Un alacrán sigiloso teje un bordado imposible

entre mis dedos rugosos llovidos de topacios

y entretanto las garzas imperiales

aletean entre anémicos juncos

picoteando en los limos de la marisma.

V

Desde el banco del parque -de piedra caliza acicalada-

se me antoja doliente la espera

absorbiendo el aroma de los nenúfares de la alberca

y avistando el ocaso que salpica de dorados matices

las delicadas plumas de los pájaros.

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©MAR - Febrero2008