. La Bahía de Mar: noviembre 2015

miércoles, noviembre 18, 2015

Oh Lord, why lord

Oh Lord, why lord
se desgaja la noche con su luna más triste
y nos vence el temor de los techos violados,
sombras de los espíritus perfumados de aire
que liban tras los candiles rasgados de las gárgolas.

Oh Lord, why lord
se remueve la noche, se abate sobre el prado,
maúlla el gato exánime que espía desde la lucera
y este silencio breve de candidez longeva
calma con zalamería
un abrazo de lluvia dócil y anhelada.

Todo se aquieta en la sombra nocturna:
los campos, las encinas,
los llanos, los ejidos,
la floresta de embriagadora fragancia desahuciada,
y hasta el fragmento impávido
con que el albor invade el vello nevado,
árido y marchito en vida.

Oh Lord, why lord
como hálito cristalino de los niños dormidos
llega la luz tenue de la calima,
es como la pandemia que propaga clarividencias,
es este emboque desarmado
de la clamorosa armonía que
coexiste en libertad con su sangre gemela.

Oh Lord,
es una forma preñada de asimilar la eufonía
en la que tantas incógnitas convergen

why lord
tan solo es un código,
un palpitar en el espacio y en el abatido andar
por cada crepúsculo arruinado
que se filtra por cajones y alhacenas,
exhala su penuria entre los ajuares usados
y deja pavesas doradas en los ojos inocentes.

Un estado de dignidad pétrea es el aire,
agilidad de formas humanas sin conciencia de su heroísmo,
lánguido como una luna sin pestañas.

Y en ese punto, garabatea mi mano con el ascua,
la incorpórea aureola de las ánimas...

Oh Lord, why lord

Nuestros ascendentes revolotean por la noche
con sus embozos de agua sutiles y vanidosos
y en la paz de los montes se disloca un farol
dando brío a los nimbos de insectos siderales.

Crece un día inocente, gozoso y prematuro:

Oh Lord,
ha caído un diluvio de gracia
sobre la negrura insondable de los días.

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(c)MAR - Noviembre 2015